Pan en la sartén (sin horno)
Preparar pan puede ser tarea difícil si nunca lo has hecho e incluso complicada para aquellos que no son muy amantes de la cocina. Sin embargo, este Pan a la sartén (sin horno) es la opción ideal para poder hacer pan de la forma más sencilla y rápida. No pierdas detalle.
Durante estos días que pasamos en casa, estoy buscando opciones para cocinar con lo que tengo y no salir a hacer la compra. De forma que aprovecho todos los recursos para evitar salidas innecesarias.
Es por esto que estamos haciendo el pan en casa y nos está resultando bastante divertido porque a los niños les encanta y nos permite disfrutar del pan recién hecho sin tener que salir a buscarlo.
Hace unos días compartí mi receta de Pan casero muy fácil apto para principiantes, con un resultado espectacular. Después os mostré en redes sociales los panecillos que hago sin necesidad de encender el horno y habéis sido muchos los que me habéis pedido la receta. Aquí os la dejo para que podáis disfrutar de ella y disfrutar de buenos momentos en la cocina, tal y como hacemos nosotros.
Si no tienes o no quieres usar el horno ya no es una excusa para no hacer el pan en casa. Y es que este pan en la sartén (sin horno) está buenísimo, es muy fácil y queda súper esponjoso y suave. Tienes que probarlo con tus mejores salsas, en un bocadillo e incluso con unas buenas tostadas.
Ingredientes para 12 panecillos
- 500 gramos de harina de trigo (harina de todo uso)
- 300 ml de agua templada
- 4 cucharadas de Aove
- 2 sobres de levadura seca (levadura de panadero) Si no encuentras o no tienes levadura no te pierdas este post para hacer levadura casera.
- 1 cucharadita de sal
- 2 cucharadas de sémola de trigo
Elaboración
preparando la masa
Coloca en el bol el agua templada junto con la levadura seca y el aceite. Mezcla los ingredientes. Yo lo he puesto en el bol de la batidora con el accesorio amasador, pero si no dispones de este puedes poner en un bol amplio y ayudarte de una cuchara de madera para mezclar.
A continuación añade a la harina la sal y remueve hasta que queden bien mezcladas. Ve añadiendo la harina a la mezcla anterior poco a poco, removiendo para que quede bien integrado. Si lo haces con las varillas de amasar pon en marcha la batidora, si no, ayúdate de la cuchara de madera para ir integrando.
Una vez que hayas integrado toda la harina llega el momento de trabajar sobre la superficie de trabajo con las manos. Recuerda espolvorear la superficie con un poco de harina. Al principio la masa estará un poco más pegajosa, pero en cuanto la trabajes un poco tendrás una masa suave y flexible que se despega de la superficie con facilidad.
Finalmente bolea la masa (haz una bola), es momento de dejar levar un poco.
Coloca la bola de masa en el bol que habrás pintado un poco con aceite. Tapa con un paño y deja reposar una media hora, en ese tiempo verás que la masa ha duplicado su volumen. Recuerda que el tiempo de levado es relativo porque depende de la temperatura ambiente a la que lo estés preparando. En ambientes cálidos necesitará menos tiempo de levado, sin embargo, si hace frío necesitará un poco más de tiempo. Una opción puede ser poner el bol tapado con un paño dentro del horno (apagado) así eliminarás corrientes de aire.
haciendo los panecillos
Una vez que la masa ha doblado su volumen la volvemos a poner sobre la superficie de trabajo con un poco de harina, le sacamos el aire. Forma de nuevo una bola y aplasta. Corta por la mitad, cada mitad en mitades y después cada porción en 3 más. De esta forma tendremos 12 porciones.
Con cada una de esas porciones haz bolitas.
Esparce un poco de sémola de trigo sobre la superficie. Toma cada una de las bolas que acabas de hacer y, sobre la sémola de trigo aplasta, de forma que formes unos panecillos y queden rebozados en la sémola de trigo. La sémola dará un toque rústico a los panecillos que te encantará.
Coloca los panecillos sobre una bandeja y deja reposar media hora.
a la sartén
Pasado ese tiempo prepara la sartén. Pon en el fondo un poco de sémola de trigo y sobre ella 4 panecillos. Cocina a fuego medio-bajo con la tapadera puesta. Yo lo he puesto a potencia 5 en la vitro de 9 posiciones que tiene.
Verás cómo pronto empiezan a subir los panecillos. Pasados 5 minutos da la vuelta y cocina otros 5 minutos por el otro lado.
Coloca sobre una rejilla para que se enfríen y listos para degustar.
Repite el proceso con todos los panecillos. Entre tanda y tanda retira la sémola tostada de la sartén con la ayuda de un papel de cocina, ten cuidado de no quemarte. De lo contrario la sémola tostada dará un sabor a quemado que no queremos para nuestro pan.
¿Has visto qué sencillo? Pues cuando los pruebes te encantarán. Puedes consumir al momento, guardar e incluso congelar. Mira qué miga tan rica tiene. ¡Y son súper esponjosos!
Además puedes experimentar y añadir novedades cada vez que los prepares, añade semillas, queso, acelgas… así cada vez podrás tener un pan diferente. ¿Con qué te gustaría probarlo a ti? Cuéntamelo en comentarios o aprovecha para preguntar cualquier duda, estaré encantada de poder ayudarte.
Que lo disfrutéis y hasta la próxima Cocinitas!!
NOTA IMPORTANTE. Fotografías, vídeos y textos originales de La Cocina de Enloqui, si quieres usar lee las condiciones de la Licencia.